SOBRE EL PENSAMIENTO Y SENTIMIENTO

 

La actividad sensorial de la Vida es el punto más abandonado, menos custodiado en la humana conciencia. Es la energía acumulada por medio de la cual los pensamientos se convierten en "cosas". Yo te digo que la necesidad de controlar y vigilar los sentimientos no puede ser subrayada demasiado, pues el dominio de las emociones juega el papel más importante en la Vida, para mantener el equilibrio mental, salud en el cuerpo, éxito y logros en los asuntos mundanos o del ser personal de cada individuo. Los pensamientos no pueden convertirse en "cosas" hasta que son revestidos con sentimientos.

Lo que llaman el Espíritu Santo es la parte de la Vida que conocemos como "sentimiento". Es la actividad del Amor Divino o Expresión Materna de Dios. Por esto es que el pecado contra el Espíritu Santo dicen que trae tanto tormento. (Nota del Traductor: la Biblia dice que no tiene perdón), porque cualquier discordia en los sentimientos rompe la Ley del Amor, que es la Ley del Equilibrio, la Armonía y la Perfección.

El crimen más grande en el Universo es contra la Ley del Amor, y es la incesante fabricación del sentimiento irritado y destructivo en que vive la humanidad. Algún día la raza conocerá que las fuerzas siniestras generadas por los humanos con sus pensamientos y sentimientos, sólo entran en los individuos y en sus asuntos cuando hay falta de control en las emociones de los individuos y en sus experiencias diarias. Pero aún los pensamientos destructivos no se pueden exteriorizar y manifestar, ni convertirse en cosas físicas, a menos que pasen por el mundo de los sentimientos, pues esta faz, en este momento de la manifestación, es que el átomo físico se coagula de acuerdo con la forma mental.

Así como el ruido de una súbita explosión causa un choque al sistema nervioso del que la siente, ocasionándole una sensación de temblor en la estructura celular del cuerpo, así, exactamente, las llamaradas de sensación irritada causan choques, perturban y desarreglan la fina substancia en la estructura atómica de la mente, del cuerpo y del mundo de la persona que las experimenta y las lanza hacia afuera, consciente o inconscientemente, intencionalmente o no.

El sentimiento discordante es lo que produce las condiciones que llamamos vejez, desintegración, falla de memoria y de toda otra falla en el mundo de la humana experiencia. El efecto sobre la estructura corporal es idéntico a lo que se produciría sobre un edificio, si el cemento que mantiene ligados los ladrillos, recibiera golpes repetidos y que cada día éstos fueran aumentados. Este choque continuo sacudiría las partículas componentes de la estructura, el edificio se vendría abajo en una masa caótica y la forma dejaría de existir. Esto es lo que la humanidad está haciendo constantemente a la estructura atómica del cuerpo humano.

Darle expresión a los pensamientos y sentimientos discordantes es el camino de menor resistencia y es la actividad habitual de todos los individuos sin desarrollo, indisciplinados y voluntariosos, quienes se niegan a comprender "la Ley de su Ser" y, por lo tanto, no quieren traer al ser personal, ese instrumento de expresión, a la obediencia de dicha Ley.

Aquél que no quiera controlar sus pensamientos y sus sentimientos está en mal camino. Cada puerta de su conciencia está de par en par abierta para que entren a él las actividades desintegrables que botan hacia afuera las mentes y emociones de otros. Como no se necesita emplear fuerza, ni sabiduría, ni entrenamiento, para ceder a los impulsos destructivos y malévolos, los adultos que así se comportan son apenas niños en el desarrollo de su autodominio.

Es una vergüenza para la vida humana que no sea enseñado el autocontrol desde la cuna hasta la tumba. La necesidad más imperiosa en el mundo occidental hoy, es la atención a este punto altamente grave. Es tan fácil ceder a los hábitos de discordia porque la masa humana está sumergida en un ambiente y una asociación creada por ellos mismos.

El individuo tiene que hacer el esfuerzo de surgir de esta condición, por el control de su conciencia exterior, para poder trascender esta limitación permanentemente y nadie puede quitar de su mundo y su vida la miseria, la discordia y la destrucción hasta que sujete sus pensamientos y sus sentimientos.

En esta forma se niega a permitir que la vida que le fluye por la mente y el cuerpo sea calificado con la discordia que resulta de cada pequeña molestia que ocurre en el mundo que lo rodea.

Al principio, esta disciplina requiere esfuerzo continuo, porque los pensamientos y sentimientos del 95% de la humanidad andan tan libres e incontrolados como un perrito callejero. Pero no importa cuanto esfuerzo sea necesario para traer estas dos actividades a un control absoluto, vale la pensa todo el tiempo, la energía y el esfuerzo, pues no se puede tener ningún dominio permanente de nuestra propia vida y mundo sin ello. Será mi placer y mi privilegio enseñarte el uso de estas Leyes Superiores. Su uso y su aplicación permitirán expresar la verdadera Sabiduría y traerte Perfección.

El pensamiento es la única cosa en el Universo que puede crear vibración y a través de ella puedes calificar esta corriente de energía con lo que desees manifestar en tu vida y mundo. Esta radiante, ilimitada e inteligente energía está fluyendo a través de tu sistema nervioso y es la Vida Eterna y la vitalidad en las corrientes sanguíneas que corren por tus venas. El Principio Divino de Vida es una actividad Todopoderosa y Omnipresente que te ha dado el Padre, para que la dirijas conscientemente, de acuerdo con tu libre albedrío. La verdadera inteligencia que usa todo constructivamente surge del Principio de Divina Vida, de la llama de Vida y no como se cree que es una actividad del intelecto. La verdadera inteligencia es Sabiduría o Conocimiento Divino y esto no puede crear pensamientos errados. Los pensamientos errados vienen por las impresiones que han grabado en el intelecto las cosas del mundo exterior del individuo. Si los individuos discriminaran entre sus propios pensamientos, es decir entre los pensamientos que salen de la Llama Divina y las sugerencias que salen de los intelectos humanos, evidencia de los sentidos que sólo juzgan por las apariencias, estos individuos podrían evitar todas las actividades discordantes en el mundo de la experiencia.

La Luz, viviendo de la propia Llama Divina, es el criterio, el estándar de perfección para medir todos los pensamientos y sentimientos que nos llegan a través de los cinco sentidos. Nadie puede mantener su pensamiento y su sentimiento calificado con perfección, a menos que se dirija a la propia fuente de perfección, ya que esa cualidad y actividad moran únicamente en la Llama Divina. Esta es la meditación y la comunicación que el individuo debe mantener con la Luz del Dios Interior, o sea con la Luz de Dios en su Interior, la Esencia pura de Vida, la cual no solamente da y mantiene la eterna juventud y la belleza en el cuerpo, sino que hace mantener el equilibrio perfecto entre su Ser Divino y tu ser exterior o personal. De hecho, esta energía de pura vida es el poder que usa el ser exterior para mantener su conexión con su Fuente Divina, el Dios Interior. Estas dos son en realidad uno sólo, excepto cuando el intelecto o la actividad interior de la mente acepta imperfección, inarmonía, o se imagina que es una creación aparte de la Única Presencia. Si la conciencia de los sentidos se cree separada de Dios, está estableciendo esa condición, ya que lo que quiera que la conciencia carnal traiga a su mundo, el mundo lo devuelve.

Cuando uno permite que una idea de imperfección o separación de Dios ocupe su atención, comienza a expresarse en su cuerpo y en su mundo una condición correspondiente. Esto hace que la persona actúe como si estuviera separada de su Fuente. Cuando alguien se cree separado de Dios, cree que su Vida, su Inteligencia y su Poder tienen principio y fin. Nadie puede destruir la Vida. Ella siempre ha sido, es y siempre será. Debido a ciertas actividades del mundo mental y físico, la forma puede ser desintegrada o momentáneamente derrumbada, pero la conciencia del individuo es eterna y capaz de controlar toda substancia manifestada, en todas partes, si el individuo reconoce al Dios Interior como el Productor de todo el bien de la creación.

Yo te estoy diciendo la verdad, cuando te digo que no hay sino una sola fuente de todo bien, Dios. El reconocimiento consciente y la aceptación de esta verdad, tomada en cuenta por la actividad exterior de la mente, no dos o tres veces al día, sino cada minuto, todo el día, no importa lo que esté haciendo el ser exterior, y esto mantenido constantemente, le permitirá a cualquiera expresar libertad perfecta y su dominio sobre todas las cosas humanas.

Para la mayoría esto les parece difícil porque han vivido centurias en la creencia de que son seres aparte de Dios; cuando la verdad es que cada instante de cada día usan la Vida Divina, la Eterna Energía, la Substancia y Actividad de Dios, en todo lo que piensan y hacen sin darse cuenta de ello. Sin embargo, esto requiere el conocimiento consciente de este hecho en la actividad exterior de la mente; y una dirección constructiva para descargar el pleno poder a través del ser personal.

El uso de la Energía Divina reconocida, su consciente dirección y su uso constructivo mantenido en todo momento, es el sendero de la perfección, la maestría y el dominio de todas las cosas en la Tierra. Incluyendo el control consciente de todas las fuerzas naturales. La instrucción que yo te he estado dando borrará completamente todas las creencias falsas, si es sostenida. La rapidez con que esto sea logrado depende de cuan continua, persistente y profundamente te asocies y sientas a tu Dios Interior.

En el logro de la Maestría o el Adeptado, el consciente control de toda fuerza o el manejo de toda su sustancia dependen primeramente del reconocimiento de su propio Ser Divino; segundo, de la tranquilidad del sentimiento bajo todas las circunstancias y el tercero, uno debe estar por encima de toda tentación del mal uso del poder. La quietud de toda emoción, por la mente consciente, es imperativa y la necesidad de ello en el Adepto es incondicional, si se ha de lograr el dominio.

Esto no significa que hay que reprimir la discordia dentro de uno en ningún momento. Es el aquietar y armonizar los sentimientos, no importa cuales sean las circunstancias que estén rodeando la mente o el cuerpo del estudiante. Semejante control no es cosa fácil para la humanidad en el mundo occidental, porque el temperamento de la gente es sensible, emocional e impulsivo. Esta característica es energía de inmenso poder y debe ser controlada, mantenida en reserva y ser soltada únicamente por dirección consciente, para el logro de algo constructivo. Hasta que este gasto de energía sea controlado y completamente gobernado, el individuo no puede y nunca podrá hacer progreso permanente.


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ACTUALIZADA
26-05-2002