El estudiante a menudo pregunta si es posible llegar a un punto mientas esté aún en el sendero del logro, en que se eleve por encima del uso de las afirmaciones. Cuando un individuo usa sinceramente la afirmación, logra una aceptación plena de la verdad de aquello que afirma, ya que el uso de ella sólo es para enfocar la atención de la mente exterior tan plenamente sobre la verdad, que la acepta plenamente en sus sentimientos, ya que el sentimiento es la propia Energía Divina descargada, lo cual manifiesta la verdad afirmada. El uso continuo de las afirmaciones lo lleva a uno al punto en que se obtiene tan profunda realización de la verdad en todo aquello que él afirma, que ya no está más consciente de ello como afirmación. Uno usa una afirmación, un mantram u oración, porque desea algo que sea manifestado. El deseo correcto es la forma correcta y más profunda de la oración. Así pues, por el uso de la afirmación eleva su ser exterior a la plena aceptación de la Verdad, y genera el sentimiento que lo convierte en la cosa manifestada. En esta honda aceptación viene la manifestación, ya que por la concentración, la palabra hablada comienza a causar la actividad instantánea.